Como todas las mañanas sabatinas, un tal Álvaro, el niño de los lentes grandes (lentes que le permiten ver el futuro), llega a casa de Elita, la niña de los tacones de aguja hipnótica (zapatos planos con la capacidad de lograr una elevación aproximadamente de 15 cm e hipnotizar a los bandidos en caso de peligro) para ir a francés y posteriormente, para luchar contra el mal. Ambos, son seres mutantes no aceptados en la sociedad, por lo que se vieron obligados a buscar un refugio para sentirse cómodos. No obstante, no fueron aceptados en la escuela de los “hombres X” por ser estudiantes de la UNAM. Sin embargo, desean mantener su identidad secreta (debido a que no les gusta hablar en público), aunque es muy difícil. Como es de costumbre, abordan el famoso Eli-móvil.
El auto de la niña de los tacones de aguja hipnótica es un tanto particular. Al exterior es de color “rosito”, con ojitos, pestañas en los faros, además de “chapitas rojas al costado” y un gran moño rosa en el toldo. El interior cuenta con asientos de piel en color rosa, palanca de cinco velocidades en forma de corazón, volante rosa con brillos rosas que hacen juego con los pedales. Asimismo, el aire acondicionado funge como secadora y el sistema de audio fue remplazado por un equipo de maquillaje de última generación. Un auto muy completo, a comparación de la “lancha jala-bananas” del niño de los lentes grandes, que sólo es negra y lúgubre.
En fin, a las 11:30 am parten a su destino francófono. La niña de los tacones de aguja hipnótica enciende el motor con brillos mágicos que surgen de sus dedos índices y acelera. Ella ama conducir a gran velocidad, por lo tanto, periférico es su pista de “Hot Wheels” preferida para competir con los demás autos que desean retarla. Por supuesto, el niño de los lentes grandes tiene epifanías acerca de las competencias, el resultado siempre es el mismo: “Elita para reina periférico dos mil siempre”. ¡No le teme a nada!
El niño de los lentes grandes es menos atento que la niña de los tacones de aguja hipnótica. Tiende a distraerse con todo (sobre todo con sus epifanías). Al mismo tiempo, sólo piensa en cómo derrotar a uno de los más grandes enemigos de todos los tiempos, de la humanidad (incluso dicen por ahí: ¡peor que Hitler!) y especialmente de ellos dos: Las siamesas híbridas.
¡Jajajajaja!
ResponderBorrar¡Quiero materializar el Eli-móvil, por favooooor! xD
L O V E I T ♥
que buena entrada!
ResponderBorraresta super el fondo jaja es como de envoltura de regalo! jaja
Dios mío espero nunca encontrarme con esas siamesas... se leen realmente malvadas...
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